El primer intento fué pintar directamente sobre el cristal, pero fué un completo desastre, ya que cuando intentaba dar la segunda mano de pintura, arrastraba trozos de la primera. Entonces encontré esta entrada del Blog de Lorenna.
El truco está en dejar las propias etiquetas de los tarros de conserva y pintar sobre éstas, de la siguiente forma:
Protegemos los bordes de la etiqueta con cinta de carrocero:
Damos varias capas, dejando secar entre cada una:
Y este es el resultado:
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